1993. Despacho de John Hugues, guionista de Solo en Casa 1 & 2. John Hugues
está pensando donde más dejar solo a Macaulay Culkin (y también pensaba a cuál de sus padre se le ocurrió ese nombre tan impronunciable), ¿En Cabo Cañaveral? ¿Tal vez en un bar llamado La Ostra Azul? De pronto suena el teléfono.
– John, te llamo desde el despacho de los productores locos. Tenemos un problema. Hemos dejado solo a Macaulay Culkin un rato, para que se fuera haciendo a la idea de la tercera parte.
– ¿Qué ha hecho esta vez ese pequeño diablo de ojos arrebatadores?
– Pues que se ha largado con ya sabes quién y se ha metido en líos. Nos han llamado desde la comisaria porque todos los reclusos le están poniendo ojos tiernos. La cuestión es que los productores locos hemos hablado y pensamos que el chaval crece muy rápido y, ya sabes, pues lo que le ha pasado a Drew y la mayoría de los niños prodigios.
– Maldita industria del vício.
– Pero mira, se nos ha ocurrido una solución. La amiga de una prima de la peluquera de mi secretaria ha tenido un crio. ¿Podríamos hacer una película con un bebe?
– ¿Cómo?
– Si, ya sabes, así si la peli funciona tenemos varios años más antes de que se nos vaya de madre el asunto.
– Bueeeno, tenía una idea para una precuela de Solo en Casa. Pero es un poco delirante: Cuando Macaulay era un bebe fue secuestrado y el niño ponía en jaque a sus secuestradores y…
– Gong, comprado. Huele a exitazo.
– Pero…
– Ya he dicho que Gong y comprado. Espera, tengo a Bruce Broughton en la otra línea, le voy a ofrecer la música.