
El antropólogo Joe Weber viaja a Estados Unidos desde el Amazonas para hacerse cargo de su hijo Jeremy. La única solución que se le ocurre es viajar a Salem’s Lot, donde una anciana le legó una casa. Joe ignora que dicha herencia es parte de un plan de los vampiros locales.
Cómo describir A Return To Salem’s Lot… ¿Es una secuela? ¿Una reinterpretación? ¿Una broma o un trabajo muy alimenticio?
La película es, directamente, un desastre que no tiene peso como supuesta secuela ni como cinta independiente ya que, desde el minuto uno, se percibe el poco interés de Larry Cohen por llevar adelante el proyecto. El principio, rodado en un falso Amazonas, es tan ridículo y alocado que uno piensa que, igual, la película es divertida pero…
A los quince minutos ya está toda la carne en el asador, a la media hora se han presentado todos los personajes y, a partir de ese momento, A Return… deja a un lado cualquier atisbo de interés para, a cambio, ofrecer una aburrida interpretación de Michael Moriarty, el terrible – por mal escrito e interpretado, atención a cómo viste en su primera secuencia – personaje de su hijo Jeremy y una trama muy de Cohen – ¿Importa más la verosimilitud o una trama entretenga? – que resulta forzada y poco fluida. Lo único destacable es la interpretación que el director de cine Samuel Fuller hace de un cazador de nazis que, ironías del destino, acaba en el pueblo.
A veces hay que saber darle al “stop” cuando se ve una película.